El Caserío
El caserío ha sido un elemento fundamental en lo social y en lo económico y su suma constituía a su vez la comunidad campesina y la representación de cada caserío constituía la corporación municipal. La Corporación elegía al párroco o juez-Alcalde de la parroquia de San Juan. Se decidían las actuaciones a realizar en auzolan (reparación viaria, puentes, gestión de Ieratxulo – molino vecinal de harina –).
A principios del siglo XVI, la mayoría de las familias son propietarias de sus bienes, pero más tarde los arrendará, alquilará o venderá. Por eso, en la Edad Moderna, la representación del caserío en la comunidad la tiene el propietario y no el inquilino que cultiva la tierra.
El caserío es entonces una unidad ganadera y de explotación agrícola desde la que se organizan las actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería, siendo una fábrica que permite la duración y la producción de alimentos. Es la base del caserío familiar y éstos toman su nombre como referencia onomástica. En la segunda mitad del siglo XV y en el siglo XVI, casi todas las familias de Anoeta tienen el nombre del caserío.
El mayorazgo garantiza la sostenibilidad de este modelo. Es un reflejo de la fórmula jurídica que favorece su invisibilidad y asegura la continuidad en la explotación del caserío. Gracias al mayorazgo, el caserío y sus tierras hereda a los más ancianos de sus hijos, impidiendo la distribución de los terrenos y la inviabilidad de su explotación.
Primeros caseríos conocidos de época medieval (siglo XV ):
Argindegi
Goikoetxea
Iturgaitza
Mikelasagasti
Urritzeta
De esta relación tenemos conocimiento a la hora de consultar la relación de la delegación enviada a Tolosa por la Comunidad de San Juan de Anoeta en el año 1450.
En el siglo XVI se nombran en diferentes documentos (un total de 21 caseríos):
Agirre
Aginazpikoa
Alliri
Apaetxea
Arozetxea
Arrutarte
Ateaga
Barrundia
Borondegi
Buztinaga
Erausia
Etxeberria
Idiakaitz
Ipentza
Iriarte
Katategi
Luebana
Mendigibel
Sarobe
Tapia
Urritzeta
Estos 26 caseríos son principalmente desde el siglo XV, que hasta mediados del siglo XX han constituido el núcleo de la organización de la comunidad de Anoeta.
Es interesante que realmente en la Edad Media no haya un poder de nobleza que no intente controlar los recursos municipales. Ha sido la comunidad rural la que ha tomado el protagonismo de la marcha y decisiones del grupo.
Segunda difusión de los caseríos
Entre finales del siglo XVII y principios del XVII se crearán nuevas explotaciones:
Ateagaetxeberria
Bideondo
Eguzkitza
Igerabide
Zumalikardi
Estas explotaciones fueron implantadas en terrenos de menor superficie menos aptos para la agricultura. Son los casos de Ateagaetxeberria y Bideondo, ya que se nota que se trata de explotaciones rurales que nacieron al amparo de otras más antiguas.
Igerabide nació en el actual casco urbano de Anoeta y nunca tiene la identidad ni el volumen de los caseríos existentes en el siglo XV. (hoy una calle lleva lo que era).
Últimos caseríos: La tercera y última fase se sitúa a principios del siglo XIX, con la construcción de:
Txulo
San Joan
Asuribar
Urrutienea
El último caserío que se construyó fue Iturralde.
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Éste es el primer libro escrito sobre Anoeta; ¿podría haber un protagonista más apropiado que sus caseríos y sus habitantes?