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Orígenes históricos

 

Arama

Hace aproximadamente 7000 años comenzaron a sucederse entorno al valle del Oria nuevas formas en los modos de organización social y explotación del territorio, a consecuencia de la aparición de la agricultura y ganadería. De aquella época son los monumentos megalíticos localizados en los collados de la comarca. Los más próximos son los emplazados en el cordal que discurre desde el monte Uzturre hasta Urdelar (Belauriate, Loa, Moa, Beibatari, Basaburu, Gorosmendi) y los localizados en el macizo de Ernio (Munain, Otagain, Zaingo, Ordeka). No existen en Tolosaldea vestigios de poblados de aquella época.

Se puede afirmar que la primera comunidad organizada que habitó en los alrededores de Anoeta, y de la que hay constancia, se situó en la cima del monte Basagain donde se ha encontrado un importante yacimiento arqueológico correspondiente a la Edad de Hierro, primer milenio antes de Cristo (hace ahora 2000 o 2500 años). En este yacimiento, objeto de estudio y excavado en la actualidad por un equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi se han localizado restos de una muralla que protegía una serie de viviendas.

Se han recuperado fragmentos de recipientes cerámicos, realizados a mano y a torno. Y se ha constatado la presencia del hierro en diversos fragmentos.

Del periodo que transcurre desde la aparición del poblado de Basagain hasta la Edad Media, más de 1000 años, no se conoce apenas nada. Los investigadores no consiguen explicar la relación entre este poblado y el surgimiento del municipio de Anoeta en la Edad de Media ya que la escasez de datos arqueológicos y documentales en toda la zona lo imposibilitan.

Anoeta en la edad media

Durante el siglo XIII, alrededor al curso del río Oria, se consolida una importante ruta comercial que servía de nexo entre las tierras de interior y los puertos del Cantábrico. Gipuzkoa había dejado de pertenecer al reino de Navarra para pasar a depender de Castilla. Como consecuencia de estos cambios los ingresos económicos provenientes del comercio se incrementaron notablemente, se sucedieron modificaciones en las formas de organización y se crearon nuevas poblaciones en el fondo del valle del Oria.

En 1256 se fundan Tolosa, Ordizia y Segura gracias al aporte poblacional de los pequeños núcleos rurales del entorno, entre los que se encontraba Anoeta, y a la concesión del fuero villa por parte del rey de Castilla Alfonso X.

Al contrario de lo que pudiera pensar alguno urbes importantes como Tolosa fueron fundadas gracias a la aportación poblacional de pequeños municipios colindantes. Prueba de ello es el padrón de vecinos de Tolosa donde se documenta que sus vecinos son mayoritariamente oriundos de los pueblos de alrededor (entre los cuales destaca “Ahaneta / Ahanoeta” tal y como queda reflejado en las actas).

Los documentos encontrados durante el siglo XIV y XV revelan que Anoeta era una comunidad de campesinos con identidad propia y organizada junto a la iglesia de San Juan. El concepto de comunidad organizada que tanta importancia ha tenido para el desarrollo del municipio, comienza a tomar forma en aquel entonces y será tiempo después donde esa comunidad comenzará a trabajar conjuntamente a través del “Auzolana” para abordar importantes retos en temas de infraestructuras, organización administrativa…

Enlaces

 

Historia garaikidea

Testuinguru historikoa

Con la llegada del siglo XX el modelo económico se transforma y las explotaciones agropecuarias tradicionales dejan de ser rentables. En la década de los 60 este proceso se acentúa en toda Euskal Herria y comienza la “crisis del caserío vasco”. Los baserritarras abandonan sus tierras para ocupar las fábricas que surgen dentro del municipio o sus alrededores.Arama herria

Estos cambios conllevan un importante crecimiento demográfico y una transfiguración sustancial del paisaje. Nuevos y modernos edificios de viviendas y polígonos industriales pueblan lo que hasta hacía poco eran tierras agrícolas y, progresivamente, vecinos provenientes de distintos puntos se asientan en el municipio. La demografía crece vertiginosamente en pocos años.

Anoeta comienza a trasformarse. El municipio formado por una serie de caseríos diseminados, una parroquia y una casa consistorial que durante siglos había permanecido inalterable evoluciona en poco tiempo. Desde ese instante una serie de circunstancias y de hechos significativos se suceden concatenadamente.

Komunitate lana 'Auzolana'

El trabajo en comunidad “Auzolana” ha sido una constante en la historia de Anoeta. Desde tiempos pretéritos y gracias al trabajo vecinal se acometían importantes tareas que revertían en el bien común: realizar y limpiar los caminos, la siega de la hierba, reparaciones en infraestructuras, explotación del molino comunal Ieratxulo…

A comienzos de siglo, como herencia del pasado, la comunidad de Anoeta se constituía como una red social en la que todos sus miembros gozaban de los mismos derechos y obligaciones. En principio la titularidad de la representación en esta comunidad la ostentaba el dueño de la casa (etxe-jabe). Gracias a este trabajo en comunidad se acometían importantes proyectos de concepción de infraestructuras y se desarrollaban iniciativas que permitieron la modernización del municipio.

Lehen azpiegiturak eta plagintza orokorrak

En 1938, por vez primera, se canalizó agua hasta las viviendas situadas en la plaza gracias a la fundación de una sociedad independiente al Ayuntamiento. Todavía hoy existen algunas viviendas que aprovechan el suministro de agua que brindaba aquella sociedad: Apaetxe, Urrutiñe y la iglesia, entre otras. Poco después llegó el tren.

En 1940 se inauguró la estación, tras una disputa con Irura a la hora de decidir su emplazamiento. En aquella época el sector papelero había propiciado el enriquecimiento de la vecina Irura lo que hacía que sus acaudalados habitantes ejercieran una notable influencia en la decisión final. Una vez resuelta la decisión de  que la estación se situase en Anoeta, los vecinos de Irura ambicionaban, como mal menor, que la estación pasará a denominarse “Anoeta-Irura”. Finalmente, gracias a la ingerencia del cura Don Dionisio Tellería se desestimó esta propuesta.

En 1942 se inaugura el frontón. Por aquel entonces era totalmente descubierto y su similitud con el que conocemos en la actualidad era escasa. Su nombre “Alkartasuna” (Unión), hace referencia al trabajo en comunidad que posibilitó su construcción. Desde aquel 1942 ha sufrido numerosas transformaciones, algunas fortuitas como fue la pérdida de su cubierta tras un temporal, lo que certifica el dicho de que Anoeta es lugar de fuertes vientos.